martes, 15 de febrero de 2011

"C" CASO CASSEZ CANCELACIONES CAUSALES CONSECUENCIAS CONFLICTOS CONDICIONAMIENTOS CORAJES Y CARAJOS. CON MUCHO MÁS FONDO...

PROTOTIPO DE UNA INTERVENCIÓN

SARKOZY RODEADO DE “ASESORES”



Sarkozy, provocador.

La identidad nacional pierde divulgación.

Fue un error la cancelación de un evento donde el espíritu de los mexicanos presumiría mucha de nuestra esencia al pueblo francés por encima de panfletos de ocasión.

Una de las voces más calificadas por comprender ambas mentalidades es la de ALBERTO RUY-SÁNCHEZ:

SOBRE LA CANCELACIóN DEL AÑO DE MEXICO EN FRANCIA. Pensar con gatos en la panza es pensar poco

de Alberto RUY SÁNCHEZ, escritor y editor, el Martes, 15 de febrero de 2011 a las 2:53

Cancelar el año de México en Francia no es un acto de dignidad sino de flaqueza. Es un gesto de ofendido y humillado que tira golpes al aire y se lastima la mano. El pequeño presidente bravucón Sarkozy lanzó la provocación: "En cada acto cultural habrá un discurso dedicado a Cassez. Donde se cuestionará a México y su sistema de justicia". Y el gobierno mexicano, intimidado, le creyó que podría. Sarkozy está en su momento de más baja popularidad en Francia y en Europa. Tiene a todo mundo hasta el copete con sus desplantes de mal gobernante y justamente los jueces de Francia acaban de hacerle una inmensa manifestación en todo el país por querer manipularlos. Y en los actos culturales, el discurso del político es lo menos importante, lo que todo mundo se salta y lo que NADIE escucha. ¿Qué importancia puede tener el discurso de un micropolítico sarkoziano en una inauguración ante una magna exposición internacional de Rufino Tamayo, por ejemplo, que duraría meses en el Petit Palais, uno de los principales recintos de arte de Europa, al que asisten cientos de miles de personas que hacen filas durante horas para lograr entrar? Hubiera sido la primera exposición retrospectiva de Rufino Tamayo en Francia y una de las más completas. ¿No sería mejor para México mostrar a Tamayo?

No, para el gobierno mexicano, de nuevo mal aconsejado, es mejor y más fuerte su carta llorosa, digna y ofendida negándose a completar su compromiso con los 500 proyectos culturales que están en marcha. El ejemplo de Tamayo es uno. El año entero era una oportunidad para México y concretamente para el gobierno de Calderón de mostrar que este país es mucho más de lo que dice la prensa amarillista. El problema es que para los políticos de uno y otro gobierno no lon es. ¿Cuándo se darán cuenta nuestros gobernantes que lo mejor de México es su creatividad artística y cultural? Lo único en lo que México es de primer mundo. No en el futbol, ni en la economía, ni en la política y mucho menos en el tema de la justicia: último sótano de nuestros defectos. ¿Por qué entonces dejar que lo peor de México impida que lo único presumible sea valorado? En Francia me preguntan los amigos antiSarkozianos ¿Por que su gobierno no ama a su país? ¿No están orgullosos de lo que tienen? ¿No aman su trabajo verdad?

El gobierno mexicano no se dio cuenta de que cuando Sarkozy se entrevistó con los padres de Cassez y les dijo que pediría su extradición "les estaba dando el avión", como se dice cuando un político dice que sí pero no dice cuándo. Ya antes había pedido su traslado y él ya sabía que no sirve para nada hacerlo. Decir además que cada acto estaría dedicado a ella era un gesto retórico imposible y sin importancia mayor. Los discursos de los políticos en un acto cultural es lo primero que se lleva el viento. Sin embargo, eso que era poca cosa en los hechos, gracias a la torpe decisión del gobierno mexicano una vez más se convirtió en noticia internacional y todos los medios le han dedicado más tiempo que a ninguna otra noticia, incluyendo lo que pasó ayer en Egipto. ¿México merece eso? De nuevo, apagando fueguitos con las manos se quemó la piel, multiplicó con ella la hoguera y quemó a México. ¿Cómo quieren mejorar la imagen del país cuando tiran por la borda cada oportunidad internacional que se les presenta? No es la primera. Es una lástima que a nuestro presidente nadie les enseñó de pequeño que a los niños bravucones, a los bullies, no se les controla a golpes desesperados sino con inteligencia certera que rebase su área de abuso.

Cuando en el 2009 la feria del libro de Francia estuvo dedicada a México ya estaba vivo el tema de Cassez. Gracias a una política certera de Protrad, ese organismo que une a Relaciones Exteriores y a Conaculta bajo la batuta de Phillipe Ollé Laprune, director de la Casa Refugio, se publicaron más de cuarenta libros de mexicanos de golpe. Más o menos el mismo número de títulos de literatura mexicana que se había publicado allá en los últimos 30 años. Como resultado, todas las vitrinas de todas las librerías de Francia, y allá sí hay una en cada barrio, estaban dedicadas a México. Todas las revistas y periódicos dedicaron números especiales a la literatura mexicana. Mejor propaganda no era posible. ProMéxico, supuesto organismo promotor de México en el exterior, encabezado entonces por el actual Secretario de Comercio se negó a apoyar el proyecto financiado entonces por Conaculta con el argumento, cito textualmente: "Si fueran aguacates sí le pongo dinero, pero para promover libros no le entro." Algo que no mucha gente se enteró es que a cada uno de los escritores que fuimos nos entrevistaron sin cesar en radio y además de las preguntas literarias el tema de Cassez salía siempre a colación. Hasta donde yo vi cada uno, espontáneamente expresó sus dudas sobre la inocencia aunque para los franceses era un hecho. Y habló de los testimonios de las asociaciones de víctimas de secuestro, asociaciones no gubernamentales como la que con gran autoridad moral encabeza Alejandro Martí y que tiene razones para negarse a la extradición que pide Sarkozy. No hay que ser gobiernista para conocer y mencionar la existencia de estas opiniones. Esto, espontáneo, múltiple y multiforme, es algo que ninguna campaña de publicidad gubernamental hubiera podido pagar ni planear ni controlar. Y algo muy similar multiplicado por diez hubiera pasado en los medios franceses con el año de México. El gobierno tiró a la basura una de sus mejores cartas. La de las voces espontáneas e informadas hablando de manera no oficial del caso. Y la de un inmenso despliegue de cultura mexicana inigualable a nivel internacional y que nunca más habrá oportunidad de mostrar así. Lástima que no son aguacates.

En lo que toca al caso Cassez, ya se ha dicho: el hecho conocido y reconocido de que el proceso judicial se documentó mal y se escenificó después para las cámaras no produce automáticamente la inocencia de la Cassez del delito de cómplice de los secuestros. En otras legislaciones, y notablemente en la francesa, un error de procedimiento obliga a liberar al inculpado. No así en México donde, además, tres instancias de jueces la han vuelto a inculpar. Pero si eso no la hace inmediatamente inocente, de la misma manera no hace inocente al sistema judicial mexicano y su sistemática fabricación de culpables. Aquí hay dos juicios en curso, y el que nos muestra lo vicioso, enfermo y corrupto del sistema judicial mexicano es el caso de un inmenso culpable que no ha sido apresado y que sigue abusando de todos los mexicanos. El gobierno tendría que aceptarlo y actuar en consecuencia, no reformar sino revolucionar el sistema judicial en México, entre otras razones además de las de la justicia, para comenzar a ser verosímil ante sus gobernados y el público internacional.

Víctimas de toda esta comedia de equívocos, bravuconadas, orgullos ofendidos y falta de respeto a cada país por sus propios gobernantes y los de enfrente no son la cultura o los artistas sino la gente que ama apasionadamente descubrir otras civilizaciones. Las personas que encuentran en las artes de diversos países una dimensión del sentido de sus vidas y que iban a descubrir que México es mucho, pero mucho más que la nota roja de la sección policiaca que monopoliza la atención actualmente. No podrán descubrirlo porque hay quienes piensan que toda esa gente iba sobre todo a escuchar a los políticos inaugurar muestras de arte. A final de cuentas, la víctima principal es México en todas sus dimensiones. Incluyendo a la larga sus aguacates. Cancelar el año de México en Francia fue una muy mala decisión tomada con muchos gatos en la panza, sin lectura y escasa reflexión, malos consejos y muy poca música de fondo.


La francesa Florence Cassez (protagonista) REUTERS


Por cierto: evidencia en contra de cassez


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OH MON DIEU!


y ALGO MÁS, DE DIEGO PETERSEN FARAH
LIBERTÉ, EGALITÉ, más...

Diego Petersen Farah en EL UNIVERSAL

“Liberté”, “égalité”, más...

Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por el Iteso. Fue subdirector del diario "Siglo 21" y director de "Público" de 1999...

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19 de febrero de 2011

A Christine, lectora en Francia

Liberté: El caso Cassez es ante todo un asunto de libertad. El gobierno francés demanda, con todo derecho, la libertad de su connacional por los vicios de origen en el proceso penal seguido a la ciudadana francesa. A estas alturas hay pocas dudas, incluso en Francia, de que la señora participó en una banda de secuestradores. Nadie alega su inocencia, sino la violación a su derecho a un proceso penal justo y pulcro y, sobre todo, una pena que, fuera de México, parece absolutamente exagerada. No es distinto a los casos que, todos los días, los consulados mexicanos pelean para compatriotas condenados a muerte en Estados Unidos: los argumentos nunca apelan a la inocencia de los inculpados, sino a que no tuvieron un proceso justo, con pleno respeto de sus derechos, y a una pena que vista desde México, es desproporcionada, la muerte.

Égalité: No por ser francesa, inglesa o china, la ciudadana Cassez tiene derechos distintos a los de cualquier persona. El problema es que mientras que para México la igualdad consiste en que la señora que vino de Francia a secuestrar en México debe purgar la misma pena que todos los secuestradores mexicanos, para Francia la igualdad consiste en el respeto del derecho a un proceso justo y sin vicios que toda persona tiene, independientemente de su nacionalidad y del delito que haya cometido. ¿Cuál es el criterio de igualdad que debe prevalecer? Normalmente en estos casos suele contraponerse, el falso dilema, el derecho de los delincuentes con el derecho de las víctimas; la forma y el fondo. En este caso fueron las autoridades mexicanas las que se equivocaron, como sucede de un hilo, en la forma de procesar a la ciudadana francesa. Por eso las cárceles están llenas de inocentes y las calles de delincuentes. No es un asunto pues de quién es más macho, sino cómo se resuelve un asunto de derechos e intereses encontrados.

Imbecilité: Un dilema complejo manejado por dos testarudos acabó de un plumazo con la fraternité. El presidente francés Nicolas Sarkozy hizo de una caso estrictamente judicial un asunto de Estado, y el presidente mexicano hizo de un affaire diplomático un tema de nacionalismo. No hay duda que en este caso el que sacó el balón de la cancha fue el presidente francés con su locura de recordar a la Cassez en cada evento cultural, pero el presidente Calderón lejos de bajarlo y regresarlo al terreno que le correspondía, lo envió aún más lejos, exacerbando el nacionalismo y la ridiculez (no ha faltado quien apele al 5 de mayo que, por cierto y para pena de los mexicanos, no hay francés que sepa qué sucedió en esa fecha). La imbecilité de dos gobiernos incapaces de dimensionar un asunto judicial terminó por poner las relaciones en su nivel más tenso desde hace 150 años. Lo paradójico es que por un asunto de una secuestradora los gobiernos de Calderón y Sarkozy terminaron por secuestrar a la cultura.

L’imbecilité a tué la fraternité.

Analista y escritor




Gabriel Guerra Castellanos

Contacto en Francia

Es presidente y director general de Guerra Castellanos y Asociados, empresa líder en temas de comunicación estratégica.

T...

Más de Gabriel Guerra Castellanos
21 de febrero de 2011

La trama es digna de una telenovela, o de una película de misterio e intriga internacional. Y así debería ser, pues se origina en un montaje cuyo propósito era la publicidad o la propaganda.

El affaire Cassez ha pasado de ser un asunto estrictamente jurídico o de procuración de justicia a uno de Estado. Desde la última guerra que libraron, en el siglo XIX, Francia y México no habían conocido tales niveles de tensión, ni la relación había pasado por momentos tan amargos y con el potencial de dejar heridas tan profundas, de esas que mucho tardan en cicatrizar.

El caso tiene tantos lados y enfoques que resulta casi imposible de asir. Está primero lo policiaco-judicial, en donde debemos contrastar los testimonios de las víctimas con los alegatos de defensa de los criminales, así como lo que al Ministerio Público y al Poder Judicial corresponde, tanto en lo que al fondo como a la forma se refiere. Sin ser abogado ni presumir de conocimientos del derecho, que ni tengo ni aspiro a tener, ninguna de las versiones me deja plenamente satisfecho.

Me cuesta trabajo creer que Florence Cassez fuera pareja sentimental de un criminal y que viviera en pleno lugar de los hechos sin olerse nada, sin sospechar siquiera. Dicen que el amor es ciego, pero no es imbécil. Aun estando ella consciente de las actividades de su pareja, no necesariamente tendría que haber sido partícipe de las mismas, y la complicidad tiene distintos niveles, ya que no está aún tipificado el delito de portación de novio prohibido.

Los testimonios de las víctimas son estrujantes y conmovedores, apelan a nuestros más básicos principios de condolencia, de solidaridad, de rechazo al acto criminal que agravia no sólo al afectado, sino a su familia y a la sociedad entera. Pocos crímenes tan repelentes como el secuestro, pocos delincuentes tan faltos de escrúpulos y rasgos de humanidad como los que lo practican, lo apoyan, lo ocultan. El delito es doblemente perverso, pues las condiciones de quien está privado de la libertad dificultan, cuando no imposibilitan, la identificación de los responsables, que suelen repartirse como en un rompecabezas las partes que componen el acto criminal. Me duele decirlo, pero los testimonios cambiantes, y la identificación de alguien por su acento o color de piel hacen difícil tener plena certeza. No dudo de la convicción de las víctimas al afirmarlo, pero dudo de la exactitud y precisión de un testimonio que parte de tantas limitaciones. Esa es la otra paradoja: la verdad y la certidumbre son también víctimas en un secuestro.

En lo que al aparato de procuración de justicia, sólo puedo decir que el montaje para las cámaras y los reporteros logró al final del día el efecto contrario al buscado, y ha dado pie a la duda y el escepticismo. Pero no es ese el aspecto más grave, ni el que más nos debe inquietar: lo es el altísimo, incalculable número de inocentes presos en cárceles mexicanas. Quien no lo crea, vea Presunto culpable y después opine.

Finalmente está el aspecto político-diplomático, que ha hecho de Florence Cassez el símbolo de la ruptura franco-mexicana. Podemos culpar de todo a la arrogancia de Sarkozy, a la intromisión gala, pero lo cierto es que se trataba de un asunto previsible para el que se debió buscar un antídoto a tiempo. Hacía falta ser miope o bisoño para no darse cuenta de que este gobierno francés reviviría el caso en cuanto tuviera oportunidad, que presionaría de la peor manera, usando el chantaje, la intimidación y la ofensa. Nada disculpa la conducta de Sarkozy, pero sorprendente no es. El presidente francés ha hecho de la demagogia y la manipulación de asuntos de justicia su sello personal, y no le importa promover el racismo ni la xenofobia si cree que puede sacar el más mínimo provecho político de ellos.

El Año de México en Francia era para Sarkozy y su gobierno, manchados como están muchos de sus integrantes por el descrédito y el escándalo, el rehén perfecto. El gobierno de México fue poco previsor, y no se protegió contra la banda de secuestradores que opera desde el Palacio del Elíseo. Al final, los gestos de orgullo patrio y dignidad ofendida de algo sirvieron, pero no tanto como la bofetada con guante blanco que hubiera representado ir a Francia con lo mejor de nuestra cultura a decirle a esa banda de pillos: NO al secuestro de una relación tan rica como la nuestra, que seguramente, y a pesar de ellos, sobrevivirá este triste episodio.

gguerra@gcya.netwww.twitter.com/gabrielguerrac

Internacionalista




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